Distinto a lo que podría pensarse del lobo disfrazado tras la piel de oveja, este taxi disfrazado en piel de vaca, no pretende engatusar a inocentes pasajeros, sino sorprender al apurado y ensimismado cliente
Esta mañana me subí rápidamente al primer taxi que frenó bajo mi brazo y cuando el conductor abre la puerta, fue una invitación a ser niña otra vez. No sólo estaba tapizado de piel de vaca, ERA un taxi-vaca! Por fuera también tenía detalles estampados, pero la guinda de la torta era la bocina; a ‘mugidos’ fuimos abriéndonos paso entre los automóviles. Todas las miradas eran para nosotros. El chofer me comentaba que casi siempre recibe comentarios positivos del extravagante automóvil. Y no es para menos, si quién se suba a uno de los 10 taxi-vaca que circulan por Santiago, no podría seguir de mal humor. Lo aseguro.

Inevitable reírse de ser protagonista de este kitsch recorrido.
4 comentarios:
hay que lindo!!! quiero viajar en ese taxi!!!
Si! ese dia senti que tuve suerte: la oportunidad de volver a alegrarme como cuando niña. :-)
Super, no?
Gracias Lola, por visitarme.
Marisol
gracias!!! ami me encanto lo de piel de vaca!! ahora es de noche y muero de sueño pero mañana sigo leyendo los otros post
Amiiga!!! no sabes cuanto me alegro de ver que la vida te sonríe y además te alegra con cosas que para otros parecen ridículas!!...me habría encantado ir contigo, muy buena la foto!!
Publicar un comentario